El 28 de junio de 2021, volvió a jugarse en el tenis mundial uno de los 4 grandes torneos que tiene la temporada, Wimbledon, tradicional torneo londinense que no se había disputado desde su nacimiento solo 3 veces a lo largo de su historia, durante la primera y la segunda guerra mundial y en el 2020 por COVID.

Pero volvamos a ese primer día de la edición 2021, uno de los protagonistas en el court central, nada más y nada menos que Novak Djokovic, 5 veces ganador de la competencia, al frente un prácticamente desconocido para el gran público, el británico Jack Draper. Pero todo iba a suceder en la previa del partido, momento en el cual desde los altoparlantes se anunció la presencia en el palco principal de nada más y nada menos de Sarah Gilbert, la científica de la Universidad de Oxford que lideró el proyecto para crear la vacuna anti COVID. Primero comenzaron algunos aplausos tímidos, pero a medida que la gente fue descubriendo con quien estaban acompañados esa tarde de tenis, la gran mayoría de ellos se puso de pie para destacar el conocimiento y capacidad de esa mujer

 

¿Quién es Sarah Gilbert? 

Gilbert es profesora de vacunología en el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford. 

Su equipo de la Universidad de Oxford, asociado con la multinacional farmacéutica británico-sueca AstraZeneca, fueron los que se encargaron del desarrollo tan esperado.

Tras la noticia, el nombre de la profesora Gilbert apareció en muchos medios de comunicación, que la inundaron de solicitudes de entrevista. 

Pero, al igual que muchos de sus otros colegas, Gilbert está acostumbrada a trabajar en relativo anonimato. Eso sí, dentro del gremio científico es bien conocida por ser una de las líderes mundiales en vacunología. 

La científica ha dedicado casi dos décadas a la investigación en laboratorios, produciendo vacunas y obteniendo financiación para futuros proyectos.

  

Joven científica. 

La profesora Gilbert asegura que, aunque siempre quiso trabajar en la investigación médica, a los 17 años no sabía por dónde empezar. 

Su primer paso fue obtener la licenciatura en Biología en la Universidad de Anglia del Este, en Norwich, este de Inglaterra. Luego, completó un doctorado en bioquímica. 

Después de eso, enfocó sus investigaciones en la industria de la biotecnología, donde aprendió sobre la fabricación de medicamentos. 

En 1994, Gilbert obtuvo un puesto postdoctoral sénior en la Universidad de Oxford, en el campo de la genética, parásitos y la malaria. 

Aquella investigación la llevó a trabajar en el desarrollo de vacunas. 

 

Madre trabajadora. 

Equilibrar vida y trabajo puede ser una tarea difícil. 

Gilbert dio luz a trillizos en 1998. Un año después se convirtió en profesora universitaria. 

"Es muy difícil equilibrar trabajo y vida personal", explica. "Parece imposible cuando no tienes apoyo. Tuve tres hijos. Las tarifas de la guardería eran más altas que mi salario". 

Su pareja decidió interrumpir su carrera y cuidar de los niños, pero Gilbert afirma que fue difícil en aquel momento. 

"Solo tuve 18 semanas de baja por maternidad. Tenía que cuidar de tres bebés prematuros y fue muy estresante", dijo la científica. 

Pero Gilbert también cuenta que una de las mejores cosas de ser científica es que no siempre tienes que trabajar largas horas, aunque a veces las cosas se complican. 

En 2004, era profesora adjunta de una universidad y tres años después comenzó a trabajar en un proyecto de vacuna contra la gripe para la asociación Wellcome Trust de Londres, la cual financió su propio equipo de investigación. 

 

Una pequeña ayuda de la familia. 

Cuando los trillizos crecieron, las cosas se tornaron más fáciles. Ahora tienen 21 años y estudian bioquímica, como su madre. 

De hecho, los tres fueron voluntarios para los ensayos de Oxford. 

 

FUENTE BBC News Mundo 

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