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Las redes sociales ya tienen mas de 4.200 millones de usuarios a nivel mundial, lo que significa un crecimiento interanual de más del 13%, se calcula que una persona aproximadamente utiliza 6 horas y 11 minutos navegando por la web en una jornada normal.
Aunque el número de internautas no ha crecido tanto, si hay un aumento enorme del uso de las redes sociales, y donde la mayoría de las personas acceden a ellas por medio de dispositivos móviles pasando casi 2 horas diarias promedio utilizándolas.
El problema está en el abuso de la utilización de las mismas, interfiriendo muchas veces en la interacción de las personas o llevando a una dependencia de los juegos, las compras o las relaciones desarrolladas de manera virtual.
En la actualidad millones de adolescentes buscan el refuerzo del reconocimiento virtual por medio de la publicación de fotos o videos en estas redes, cuando hay estudios desarrollados que muestran su fuerte poder adictivo y la necesidad de reforzar la personalidad en ellas, mediante la cantidad de likes, comentarios o participación en sus publicaciones.
La respuesta cerebral de un adolescente al recibir me gustas, se asemeja al de comer un chocolate o ganar mucho dinero. Mientras que esa necesidad compleja de estar siempre conectado o al día, está relacionado a sintomatología ansiosa, depresiva y hasta repercutiendo en alteraciones del sueño.
Además, como han señalado muchos psicólogos, cada tanto en las redes aparece un challenge, desafió, que se viraliza, impactando directamente en los jóvenes que lo quieren llevar a cabo, para conseguir ese reforzamiento que te da el reconocimiento de los otros en la virtualidad.
Muchas veces esos desafíos suelen ser peligrosos y desafiantes hasta para el cuerpo de las personas, pero es tal la necesidad del reconocimiento que la parte racional del pensamiento del joven que todavía está en una etapa de formación, no alcanza a reconocer el riesgo real que puede tener ese momento con tal de recibir me gustas.
Reforzar la comunicación personal, en la familia, en la escuela y con el grupo de amigos, mayor control de las redes sociales, desarrollar mayor cantidad de actividades saludables que no incluyan estas plataformas, pueden ayudar a controlar esa necesidad de figuración virtual y la búsqueda de reconocimiento en redes como un objetivo a alcanzar.