Peter Safar de Austria y Vladimir Negovsky de la Unión Soviética han sido considerados los padres de la reanimación en el mundo. El primero, por dedicar todos sus esfuerzos a comprender los mecanismos de la circulación cardíaca y la respiración después de un paro, el segundo por comprender los procesos que ocurren alrededor de la muerte.

Se conocieron en el Primer Congreso Europeo de Anestesiología, en Viena, en septiembre de 1962 y pese a no compartir las mismas tendencias políticas, unieron esfuerzos para desarrollar la reanimación en el mundo. Safar produjo más de 1.400 publicaciones, más de 30 libros y manuales; Negovsky fue autor y coautor en más de 300 publicaciones científicas y 14 monografías, en las que propuso una serie de estrategias para evitar la muerte ante la obstrucción coronaria fatal y minimizar los daños que produce el síndrome isquemia reperfusión.

Estos dos investigadores promovieron la medicina de la paz, en un mundo transformado por la guerra y la división política, y fueron postulados al premio Nobel de Medicina en 3 oportunidades. Safar consideraba a Negovsky el investigador más importante en la reanimatología, a pesar de ser él la persona con el mayor reconocimiento en la reanimación en el mundo occidental capitalista; logró demostrar la importancia de asociar las compresiones torácicas con la ventilación boca a boca en el entorno prehospitalario, hasta cuando la reanimación pasara a ser manejada por un equipo médico de emergencia.

Peter Safar nació en Viena, Austria, el 12 de abril de 1924 en una familia de médicos. Su padre Karl fue oftalmólogo y su madre Vinca pediatra. Su abuelo fue editor médico cuya compañía se convirtió en uno de los brazos de Spinger Velag conocido como Minerva. El ambiente político en Europa estaba tenso por el Tercer Reich alemán, y especialmente en Viena por la inminencia de la ocupación nazi en 1938.

PETER SAFAR.

Fue enviado a un campo de trabajo en Bavaria, lugar donde iba a ser integrado al ejército alemán de no haber sido por su ingenio, pues para que no fuera alistado en las filas militares, se frotó su cuerpo con tuberculina, generándose una gran reacción inflamatoria en su piel, siendo notificado por los médicos militares y exonerado. Ya para 1943, a la edad de 19 años, entró a la escuela médica en Viena. Un año más tarde, fue a la Universidad de Yale en Estados Unidos a hacer un entrenamiento en cirugía, hizo una breve pausa en 1950, en que retornó a Viena para casarse con Eva, a quien había conocido en 1947. Regresaron juntos a Estados Unidos y allí completó su residencia en anestesiología en la universidad de Pensilvania bajo las enseñanzas del doctor Robert D. Cripps entre 1950 y 1952. En este año tuvo que salir del país por temas migratorios, y se trasladó con su esposa a Perú, donde fundó uno de los primeros departamentos de anestesiología en Lima, en el Hospital Nacional de Cáncer. Los autores del presente artículo han mostrado mucho interés en indagar la motivación particular que tuvo Safar para trasladarse a Perú descartando cualquier otro país, y de esto es consciente la Sociedad Peruana de Anestesiología, Analgesia y Reanimación. Dos años más tarde regresó a Estados Unidos donde trabajó en el Hospital John Hopkins, allí fundó el Departamento Académico de Anestesiología.

En 1966, un evento trágico ocurriría en su vida, que lo marcaría para siempre y que lo llevó a dedicarse de manera obsesiva al estudio del rescate de la ventilación por personas inexpertas o legos en salud, la muerte de Elizabeth, su única hija mujer de tan solo 12 años de edad, quien desarrolló un estatus asmático severo que la llevó a un paro cardiaco y a la muerte.

 

VLADIMIR NEGOVSKY.

Nació en la contraparte política del mundo capitalista occidental, el 19 de marzo de 1909 en Ucrania, en una época en que el pueblo ruso aún no había vivido la revolución bolchevique. Sus padres fueron profesores y la infancia de Vladimir transcurrió en una finca con sus nueve hermanos. Cuando era niño salió con un amigo a caminar a través del hielo durante la celebración religiosa de domingo de Ramos, sufriendo una caída entre el hielo, siendo víctima de la hipotermia. Después de este episodio, sufrió de tuberculosis ósea, pasó un año en el hospital, se sometió a siete cirugías y pudo recuperar su movilidad con muletas. Su contacto prematuro con el hospital y la cercanía a la muerte, lo llevarían a elegir la medicina como su profesión. Ingresó al Segundo Instituto Médico de Moscú en 1928 graduándose como médico en 1933. Apoyó a la investigación sobre revitalización del cuerpo la cual le daría las bases científicas para la reanimación, bajo el principio de restaurar los procesos de vida en fenómenos similares a la muerte. Esto sería el inicio del primer laboratorio en el mundo en medicina de la reanimación.

La Segunda Guerra Mundial llegó y Negovsky llevaría a la práctica algunos de sus resultados, participando en una brigada del ejército en 1943, en la que trabajó en la primera línea del frente, atendiendo a heridos que estaban en agonía. Quería demostrar que el último latido del corazón no era necesariamente sinónimo de muerte, que él lo podía revertir.

Al finalizar la guerra fue promovido a profesor universitario, con la posibilidad de dar mayor difusión a su conocimiento y a los avances que en su laboratorio se estaban adelantando, con años de ventaja sobre los que se llevaban a cabo en países occidentales. Tal fue el caso del uso de compresiones torácicas externas y terapia eléctrica, que se practicaban en el laboratorio de Negovsky diez años antes que esto se redescubriera y se introdujera en los Estados Unidos de América.

Contactanos por WhatsApp!