Sobre esto charlamos con Luciana Pozzer, licenciada en nutrición. ¿Qué hacemos, cómo disfrutamos de las fiestas sin excesos? Todas las indicaciones para pasarlo de la mejor forma, sabiendo que el 2 de enero todo sigue.

 

¿En este contexto socio económico se hace cada vez más difícil llevar adelante una nutrición balanceada?

Lic. Pozzer - La verdad que el contexto socio económico de nuestro país siempre hizo que fuera difícil mantener una alimentación balanceada, y creo que la falta de información o la sobre información que se da por medio de las redes sociales, hacen que muchas personas piensen que es muy complicado llevar una alimentación balanceada, siendo que es más sencillo de lo que parece. 

Realmente comiendo unas lentejas, un huevo y un poco de zanahoria podemos tener un plato balanceado y no necesitamos gastar mucho.  Es un tema a debatir y en un contexto de inflación es sumamente difícil mantener una alimentación completa, variada, nutritiva y llena de colores. Pero es algo que también pasaba antes y me parece que en materia de nutrición nos debemos una charla profunda en búsqueda de estrategias nutricionales.

 

¿Para las fiestas la preocupación fundamental es que vamos a comer? ¿A vos te preocupa mucho que van a comer tus pacientes?

Lic. Pozzer - Siempre creo que, en época de fiestas, no solo fin de año, sino en Pascuas, en cualquier cumpleaños, la preocupación es que vamos a comer, quizás por temor a que falte comida o nos quedemos con hambre, me parece que tendríamos que replantearnos, y re vincularnos con los alimentos de otra forma. Primero habría que ver; ¿con quién lo vamos a pasar?, ¿nos gusta este lugar?, ¿realmente tengo ganas de cocinar todo el día?, ¿es realmente tan importante sostener tradiciones familiares en cuanto a la comida?

No me preocupa que van a comer mis pacientes, para nada. Es un momento en que cada uno tiene que sentir y hacer lo que le parece, si quieren comer cosas que habitualmente no comen a lo largo del año me parece maravilloso, el disfrute está en la familia, en los amigos, tanto como lo que quieran comer.

Tengo pacientes que lo van a pasar solos comiendo algo rico a mesas multitudinarias donde cada uno lleva lo que quiera comer esa noche, así que la verdad lo mas importante es estar tranquilo, no sentir culpa y disfrutar de una noche con mucho amor, sin opinar del cuerpo de los otros.

 

¿Hay formas de comer sano y placentero? O la pregunta correcta sería; ¿todo lo rico engorda?

Lic. Pozzer - Yo creo que la idea de que lo rico engorda es simplificar una frase donde atomizamos los alimentos, es posible comer rico sin necesidad de pensar que voy a engordar o no. Alejar los alimentos que, si engordan o no, es una excelente opción para pensar en alimentación saludable. 

Los alimentos no engordan, si hay que tener en cuenta la cantidad que voy a comer y la frecuencia del consumo. ¿Está mal si hacemos un pan dulce casero y me lo como? Para mi está perfecto sin pensar en las culpas, sin pensar en restricciones para después, con la libre elección de poder disfrutar del momento.

Dejemos de pensar que todo lo rico engorda y pensemos en cómo hacer ricas recetas que no tienen que ser una bomba. La alimentación es sencilla y se le pueden poner toques especiales que vengan de la familia, que respeten gustos, que respeten necesidades.

 

Después de las fiestas llega la preocupación. ¿Qué recomendación podés dar para EL DÍA DESPUÉS?! ¿Cómo arrancamos el 2 de enero?

Lic. Pozzer - El día después, la mayoría seguimos comiendo lo que se cocina en exceso en las fiestas, nos levantamos más tarde y seguimos con lo que generalmente se preparó para que sobrara. Si me parece, que está bueno agregar algunas ensaladas en todas las mesas, que el cocinar de más sea para el 25 pero no para desde el 25 al 31, comiendo eso todos los días.

El bienestar y la calidad de vida es lo que pasa entre Año Nuevo y Navidad, no desde Navidad a Año Nuevo. Hay que tomar mucha agua, comer frutas, vegetales, salir a caminar, consumir granos y legumbres, si podemos agregar algo de carne a nuestra alimentación, cereales, alimentos de estación que son económicos y adecuados a lo que necesita nuestro cuerpo en el momento del año justo.

Tranquilos en las fiestas, sin excesos y el 2 de enero volvamos a nuestra alimentación habitual, porque acá no pasó nada, solo es un paréntesis y recordar que la alimentación saludable se aprende, se trabaja y se hace todo el año.

 

 

Licenciada en Nutrición Luciana Pozzer.

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